Las cejas son un elemento clave en la armonía del rostro, y la micropigmentación permite corregir asimetrías, dar mayor definición o mejorar la densidad del vello.
Esta técnica simula el crecimiento natural del vello mediante trazos finos y definidos. Se realiza con un dermógrafo digital y es ideal para quienes buscan un resultado sutil y realista. Es recomendable para pieles normales o secas, ya que en pieles grasas la retención del pigmento puede verse afectada.
Consiste en difuminar el pigmento en la piel creando un efecto de cejas maquilladas con sombra o lápiz. Se logra un degradado sutil desde la parte inicial hasta la cola de la ceja. Es perfecto para quienes desean un look más definido y duradero, especialmente en pieles grasas.
Es una fusión de las dos técnicas anteriores. Se realizan trazos de pelo en la parte inicial de la ceja para un efecto natural y se complementa con sombreado en el resto de la ceja para aportar profundidad y definición. Es ideal para quienes desean un equilibrio entre naturalidad y maquillaje semipermanente.