La micropigmentación ha evolucionado con diversas técnicas diseñadas para lograr efectos más naturales y personalizados según el tipo de piel y las preferencias estéticas de cada persona. A continuación, te explicamos las principales técnicas para cejas, labios y ojos.
La micropigmentación es un procedimiento estético semipermanente que consiste en la implantación de pigmentos en la capa superficial de la piel para mejorar o corregir rasgos faciales y corporales. Se utiliza principalmente en cejas, labios y ojos, aunque también puede aplicarse en el cuero cabelludo o para reconstrucción areolar en casos médicos.
Este procedimiento se realiza con un dermógrafo, un dispositivo que introduce pigmentos de forma precisa en la piel. A diferencia del tatuaje tradicional, la micropigmentación se desvanece con el tiempo (generalmente dura entre 1 y 3 años) debido a que los pigmentos se depositan en una capa más superficial de la piel.
Para garantizar un resultado óptimo, es importante seguir ciertas recomendaciones antes de someterse a una micropigmentación:
El éxito del procedimiento depende en gran medida de los cuidados posteriores, ya que una mala cicatrización puede alterar los resultados:
Proceso de cicatrización y retoque
Se recomienda una Valoración Previa con el profesional especializado para garantizar resultados óptimos y personalizados, así como para asegurar la seguridad del procedimiento. Durante esta consulta, el profesional analiza diversos aspectos antes de realizar la técnica.
La valoración previa es clave para garantizar un tratamiento seguro, personalizado y con resultados duraderos, asegurando que el cliente obtenga un diseño acorde a sus expectativas y necesidades.