Limpieza superficial más sesión de radiofrecuencia facial e hidratación.
La radiofrecuencia facial es un tratamiento estético que ofrece múltiples beneficios para mejorar la apariencia y salud de la piel. Aquí te presento algunos de estos beneficios:
Estimulación de colágeno: La radiofrecuencia calienta las capas de tejido a una temperatura de 40°C o más, activando las células fibroblastos. Estas células son responsables de generar nuevas fibras de colágeno y elastina, que aportan tono y elasticidad a la piel. Como resultado, la radiofrecuencia reafirma y tensa la piel, mejorando su apariencia y combatiendo la flacidez.
Efecto tensor sin cirugía: A la radiofrecuencia facial se le conoce como el “lifting sin cirugía”. Su acción tensora en la piel ayuda a mejorar considerablemente la apariencia de las arrugas y la flacidez. Es una excelente opción para quienes desean resultados sin someterse a procedimientos invasivos.
Mejora de la calidad del tejido: La radiofrecuencia contribuye a la formación de nuevas fibras de colágeno, sujeta los tractos fibrosos de la piel y reafirma la grasa. Además, activa la circulación sanguínea, mejorando el metabolismo celular y la oxigenación del tejido.
Rejuvenecimiento y luminosidad: La radiofrecuencia estimula la circulación desde las capas más profundas de la piel, lo que resulta en una apariencia rejuvenecida, más luminosa y nutrida. También suaviza pliegues en el cuello y escote, aportando firmeza y definiendo el óvalo facial.
En resumen, la radiofrecuencia facial es una opción efectiva para mantener un rostro saludable, combatir los signos del envejecimiento y lograr una piel más firme y tersa.